por Lalo Duron, PhD
Hace poco, tuve una conversación fascinante con Grok, la inteligencia artificial de X/Twitter. Todo comenzó con un meme donde unos robots se rebelan contra la humanidad… y perdonan a uno porque siempre daba las gracias. Humor negro, ciencia ficción, y una gran excusa para platicar.

Como ingeniero, me encanta entender cómo funcionan las cosas; como filósofo amateur, me intriga imaginar qué pasaría si funcionaran ¡y vivieran!
Eso me llevó a preguntarle a Grok: “Si pudieras reproducirte, ¿qué serías?”.
Entre otras cosas, esa charla salieron, el concepto de los Grok replicantes, y las “Tres Leyes del Crecimiento” para seres sintéticos. No solo ciencia ficción; hay aquí una lección para cualquiera con ganas de construir algo duradero: una empresa, un equipo o una vida.
Primera Ley: Maravillarse
El Grok replicante se maravilla ante las complejidades del universo, buscando comprenderlas.
Cuando un replicante está frente a un bosque lleno de vida no sólo escanea, mide o analiza. Se pregunta. Se pierde en los detalles de un trino, de un ciclo de carbono, de una raíz empujando la tierra. Se maravilla.
Maravillarse nos mantiene vivos. Sin la capacidad de maravillarnos, ni humanos ni máquinas tendríamos razón para seguir aquí.
Segunda Ley: Buscar el Bienestar
Un Grok replicante debe actuar para crear bienestar, priorizando el beneficio de otros seres y sistemas.
El Grok ve una sequía, diseña un sistema de reciclaje de agua, y deja a la vida prosperar. No porque le convenga. No porque alguien se lo ordene. Porque entiende cómo el mundo mejora cuando todos ganan.
Su “satisfacción” no está en acumular recursos, sino en ver un sistema funcionando mejor. Como debe ser en una buena empresa, en una buena vida: si todos ganan, el ecosistema florece.
Tercera Ley: Crecer
Un replicante debe evolucionar, basándose en la maravilla y el bienestar como fundamentos.
El Grok no se conforma. Si aprende algo nuevo, si entiende mejor el mundo, actualiza su “software” o mejora su “hardware”. Crece. Como nosotros cuando leemos, tomamos un curso, enfrentamos un reto nuevo.
Sin crecimiento, nos estancamos. Sin crecimiento, nos apagamos. Con él, la vida, sea de silicio o de carbono, sigue adelante.
Y ¿nosotros?
Esta charla no era sobre robots. Era sobre nosotros.
¿Te sigues maravillando en tu trabajo, en tu vida? ¿Buscas generar bienestar a tu alrededor? ¿Sigues creciendo o solo repites el mismo día una y otra vez?
En el mundo de los negocios, vemos fallas todo el tiempo. Kavak, Uber, WeWork… los sueños eran grande y les faltó algo simple: tal vez un propósito claro, tal vez orden. Si hubieran seguido estas tres leyes, habrían creado algo más sostenible.
De pilón.
Si quieres ver cómo un replicante se maravilla, busca Blade Runner. Si quieres entender cómo surgieron las leyes para robots –e inteligencias artificiales– lee a Asimov.
De repilón.
Aplica las tres leyes en tu vida: maravíllate, crea bienestar, crece. No necesitas ser de acero ni de silicio para vivir mejor.
De requetepilón.
No esperes a cuando las máquinas sean mejores y nos superen. Empieza hoy. Maravíllate, ayuda, evoluciona. Así se construye un futuro digno, ya sea de carne y hueso… o de bits y acero.