Kavak, Uber, Spotify y WeWork son unicornios, y todas tienen fallas graves de administración. ¿Qué está mal en el mundo del emprendimiento?
por Lalo Duron, PhD
Con lo que ha pasado con Kavak, no pueden perderse WeCrashed, la crónica de un visionario sin límites quien enamoró a bancos e inversionistas con su idea, recibió carretadas de dinero para un modelo de negocio prometedor y con una administración con pésima ejecución. En WeWork el ambiente tóxico, el pésimo estilo gerencial y la cultura del despilfarro mataron el éxito.
¿Y por qué es importante verla?
Tras un crecimiento exponencial, Softbank valuó en 2019 a WeWork en $47,000 millones de dólares, precio que se desplomó hasta $9,000 millones cuando se fusionó con BowX dos años después. Un 81% de caída.
Adam Neumann y Miguel McKelvey fundaron la empresa, con una promesa de valor atractiva: espacio de oficinas para quienes no quieren tener una oficina propia, con un gran ambiente. Comenzaron en Brooklyn con el concepto y tuvieron éxito. Después, con visión y osadía, lanzaron el concepto WeWork en Manhattan y la empresa tuvo un éxito mayor…
… y esa fue su perdición. La gente admiraba a Neumann hasta el fanatismo, con su estilo mesiánico, una mente que desboradaba ideas y una esposa new age que le apoyaba en todo. No se detenía ante nada, y los temas más sutiles, como cuidar los gastos, las utilidades o la operación cotidiana, no le interesaban. Pagaba rentas arriba del valor de mercado, regalaba membresías por meses o años enteros, y gastaba en cerveza o bocadillos gratuitos para todos.
WeWork era el lugar para profesionales y empresas con necesidad de oficinas y sin ganas de invertir en la compra o renta de inmuebles, o en su remodelación. Un modelo atractivo para todos y con alto potencial de ingreso. Con rapidez llegó a casi $1600 millones de dólares de ingresos y se convirtió en un unicornio… con un detallito: gastaba más dinero del que recibía, y un modelo así no es sostenible[1].
Luego vino la salida a bolsa. La forma S-1 para la SEC fue un cubetazo de agua fría. Los Neumann escribieron una documento infantil donde se describía una empresa mal administrada y perdiendo más dinero del que llegaba[2]. Anímense y revísenla. Verán pérdidas acumuladas de unos $4500 millones entre 2016 y 2019, señal de lo mal que estaban haciéndolo Adam y compañía.
En mi opinión, el consejo se deslumbró y tardó años en sacar a Neumann[3], aunque por años vieron la pésima gestión. A Adam no le fue mal y terminó recibiendo más de mil millones de dólares. También quiso quedarse con la marca “We” aunque no lo dejaron. Toda una joya, Don Adam.
¿Qué cosas positivas encontré? Sobre todo una, que me comentó Mario Marín, colega en Enlace+: “… muy importante lo que decían Miguel y Rebekah, PPP, o people, planet, profit“. Gente, planeta y utilidades. Sí, coincido con eso de siempre pensar en el ambiente, la gente y el gobierno corporativo, sin importar si es startup o no.
Ha sido un gusto culposo ver la serie. Me hace confirmar cómo los emprendedores y los consejos tienen responsabilidad total sobre la operación, no sólo por el crecimiento exponencial.
De pilón.
No pueden perdérsela. Está en Apple TV y tiene un repartazo, con Anne Hathaway y Jared Lehto al frente.
De repilón.
Si les gusta el emprendimiento, discutan la historia con sus socios y amigos. Hay mucho por aprender.
De requetepilón.
Kavak, Uber, Spotify y WeWork son unicornios, y todas tienen fallas graves de administración. ¿Qué está mal en el mundo del emprendimiento?
[1] Sus gastos en 2019 fueron de $2904 millones, contra un ingreso de $1535 millones. Pueden ver los detalles en la página 65 de su S-1, de 2016 a 2019.
[2] Aquí pueden leer la S-1 tal como la presentaron a la SEC: https://www.sec.gov/Archives/edgar/data/1533523/000119312519220499/d781982ds1.html)
[3] No es spoiler; pasa en el primer capítulo de la serie. Neumann era una joya, ya verán.
El autor es profesor y Director Nacional de Admisiones de EGADE Business School.
Artículo publicado originalmente en Revista NEO.