La industria de seguros necesita hacerse un tatuaje

Foto por Gerd Altmann de Pixabay

 ¿Han visto las innovaciones de la industria de seguros en los últimos años?  ¿Se han dado cuenta de cómo salen al mercado nuevas ofertas de seguros para segmentos de clientes y canales que ni siquiera habíamos pensado?  ¿Han visto cómo la propuesta de valor de la industria aseguradora es cada vez más interesante y variada?

¿No?  Yo tampoco.

Cuando el editor me avisó el tema de este mes, me puse a investigar y platicar con amigos de la industria.  Desde hace años he tenido contactos esporádicos con la industria de seguros –en Perú, Guatemala y México– y nunca le vi mucha inclinación por innovar.  Como eso fue hace más de diez años, debería estar muy desactualizado y solo me quedaba investigar.

¿Y qué encontré? Las cosas siguen igual. Por su naturaleza, los seguros son una industria alérgica al riesgo, y éste es parte medular de la innovación.  Como dijo Edmund Pendleton, “Innovation does not respect orders. Innovation happens everywhere.”  La innovación no respeta órdenes y sucede en todos lados. Es algo casi caótico, y la industria de seguros tiene aversión al caos.

Para actualizarme, investigué y encontré datos interesantes:  de los autos mexicanos, menos de 30% está asegurado, y más de la mitad de ellos tiene seguro solo por el crédito.  Los seguros de gastos médicos tienen una penetración menor al 5% de la población, igual que las casas.  México tiene seguros por un 3% del PIB o menos, cuando en Japón, Chile o Estados Unidos, el número es superior al 8%. En la CDMX y carreteras federales, el seguro es obligatorio, pero a pocos les importa.

Hay quien dice que en México no hay cultura de los seguros, y dice bien, pero difiero en el porqué.  ¿Han visto los planes de estudio de actuaría?  Del ITAM, la UNAM y la Anáhuac, solo ésta tiene una materia de innovación y ninguna tiene algo cercano a entender al consumidor, sus necesidades, o algo por el estilo.

El problema de la industria es de raíz, de ceguera de taller y pocas ganas de romperla. Una industria de especialistas en matemáticas, probabilidad, estadística, demografía, incapaz de entender sutilezas como sentimientos o necesidades de los consumidores.  Sí, habrá quien me hable de productos innovadores como autocompara de Santander o los microseguros, pero no están lejos de haber surgido a partir de insights de consumidores.

Cuando la industria de seguros se tome un rato para entender los insights, motivaciones y dolores de la gente real, y deje de lado la soberbia para ofrecerle propuestas de valor atractivas, veremos un cambio enorme en eso del “no hay cultura de seguros en México”. 

Ojalá la industria de seguros se decida a cambiar de actitud y hacerse un tatuaje: verá al mercado desde otra perspectiva y las cosas serán muy diferentes.

De pilón.

Existen iniciativas puntuales como el “AXA Health Challenge” para apoyar a start ups innovadoras en el área de salud. La transformación digital y la disrupción de la industria vienen en camino. Ojalá aquello del “Objects in mirror are closer than they appear” solo pase en los espejos.

De repilón.

¿Quieres cambiar tu industria? Lee Change by Design, y Lean Startup; luego, ponte a aplicar lo aprendido. Verás que funciona.

De requetepilón.

Terminó el Nodo Binacional de Innovación en Salud con Conacyt, IMSS, UNAM, Universidad de Morelos y EGADE Business School. 

Me quedó clara una cosa: la ciencia también puede emprender y ofrecer propuestas de valor atractivas para el mercado. Solo es cosa de enseñarle cómo.