Estuve en Cancún la semana pasada para impartir los talleres El Secreto de la Venta y El Secreto del Servicio a Clientes. Tuve una audiencia que me fascinó por sus preguntas, su participación y orgullo de ser cancunenses prestadores de servicio turístico de alto nivel. Por esas cosas extrañas de la vida, yo sólo había ido a Cancún en el ’87, también de trabajo, por lo que tenía en la cabeza un lugar bonito pero carente de muchas cosas; hoy que volví me encontré con un lugar mucho más desarrollado turísticamente que el resto del país, con afluencia internacional –lo que Acapulco– y mucho profesionalismo en el trato. Ante gente así di mis talleres, podrán imaginarse lo bien que se puso; debate, puntos de vista opuestos, participación… de todo hubo, y todos aprendimos mucho; como cierre, me encantó cuando el viernes nos fuimos a cenar al Café Andrade y me comentaron que uno de sus empleados había estado en los dos talleres. Me cayó súper bien pues el servicio y la calidad del lugar ya se sentían de primer nivel, y ver cómo se preocuparon por mejorarlo habla de empuje empresarial y ganas de superarse. Por cierto, cuando vayan por Cancún, no dejen de ir. Comida veracruzana como la de mi tía Linda (no la conocieron, pero era una jarocha maravillosa que a sus 100 años seguía prepararando pellizcadas, gorditas y frijoles de rechupete), con un servicio sonriente, buenos precios y excelente sabor. Bueno, regresando a mi tema, los talleres salieron muy bien. Hablar con la gente sobre eso de que a la gente le gusta comprar, o que el servicio excelente es gratuito, hizo que la comunicación se hiciera bidireccional y yo, la mayoría de las veces, sólo actuara como moderador. Eso es fascinante; más allá de ser el fuereño que lo sabe todo, papel muy chocante, tuve el gusto de ser el agitador de conciencia que tanto me gusta, para llevarlos a pensar no sólo si era cierto o no lo que discutíamos, sino cómo echarlo aplicarlo en sus organizaciones. Fue una experiencia padrísima. Con gusto vuelvo a Cancún para dar esos u otros talleres cuando quieran. A todos los asistentes, les mando un afectuoso abrazo. Fue un gusto haber estado con ustedes. Van los materiales y libros que les recomendé. Léanlos, júzguenlos, formen sus propias opiniones y sigan para adelante en este camino de las ventas y el servicio a clientes. Los libros son:
- Neuromarketing. Patrick Renvoisé and Christophe Morin.
- Influence: The Psychology of Persuasion. Robert B. Cialdini.
Reciban un afectuoso saludo, Lalo Duron.