Algo interesante está pasando. Las grandes empresas de hoy no tienen
activos productivos, y aún así valen mucho dinero. ¿A qué se debe?
Me encanta cuando alguien me dice que Uber o Airbnb son apps. ¡Qué van a ser! Son modelos de negocio diferentes, innovadores, y han encontrado formas de ganar dinero muy diferentes a las tradicionales. Ahí está el secreto de su éxito. Uber no tiene autos; Alibaba no tiene inventarios; Airbnb no tiene propiedades; sin embargo, todos crearon una red de valor donde ellos ganan y hacen ganar a millones de personas más, de manera abierta y honesta.
Facebook, por su parte, no genera ingresos para nadie, me podrían decir. Es cierto, no los genera, pero entrega algo de mucho valor: es la gran plaza pública en el universo digital. En ella conviven y comparten sus vidas los abuelos, los hijos y los nietos, acompañados, como en toda buena plaza del pueblo, de las marcas, las empresas y los oferentes de servicios. Cuando quieren reunirse con los suyos, simplemente se cambian de red y desaparecen por un rato. Facebook da a sus usuarios el valor de la socialización, de tener un lugar común en el desalmado universo digital.
Después de revisar brevemente estos ejemplos, me pregunto ¿será que lo importante para el éxito empresarial en la era digital es pensar como en el juego de la pirinola “todos ganan”? Con estas empresas veo que estamos viviendo también una evolución en el modelo capitalista: la riqueza ya no necesariamente se crea con la concentración de los medios productivos; ahora, también parece crearse con su colectivización. Ya no se trata de los Rockefeller destruyendo a sus enemigos por el petróleo, o la guerra de las colas o Santander contra Scotia y su número de productos, cajeros o sucursales. Ahora el juego parece tratarse de ofrecer el mayor valor, de ser el más atractivo para el consumidor quien, a un solo click tiene la opción de esfumarse y no volver más.
¿Qué sigue? No sé y, la verdad, no me inquieta. Soy digital desde la adolescencia y lo disfruto. Pasé por las Texas Instruments y las HP con su notación polaca inversa. He usado y programado desde una HP 3000, hasta una Wang 2200 VS, PCs y Mac. Tengo tablet y smartphone, que uso para comunicarme, comprar y divertir de muy diferentes maneras. En breve espero ver qué innovaciones vienen a competir y zumbarle a Uber, a Amazon, a Facebook… y la mesa está puesta para que gane el mejor.
De pilón.
Microsoft compró a Linkedin por $26 mil millones de dólares. Si alguien duda del valor económico que se busca hoy en día, imagínese nomás cuánto podría hacer con los currículos actualizados voluntariamente por 433 millones de profesionales en el mundo.
De repilón.
Me asombra cómo en el mundo de hoy puede seguir existiendo la intolerancia contra quienes viven, creen y actúan distinto. Las matanza de Orlando y Xalapa son una mancha negra más en el orgullo de nuestra sociedad supuestamente civilizada, con su realidad salvaje y crudamente humana.